A modo de definición, podemos afirmar que la religión es la repuesta al sentido de la vida de los seres humanos. Ahora bien, existen una serie de características que deben de tener para poder serlo. En primer lugar, tienen que confesar una divinidad (monoteístas o politeístas), a excepción del budismo, que son ateos. La intervención que esta divinidad tenga en la vida del ser humano dependerá de la propia religión, pues hay religiones en las que Dios está presente en todas partes y otras en las que no tanto.
La divinidad siempre se manifiesta en lo sagrado (que etimológicamente significa "separado"), o dicho en otras palabras más claras, lo sagrado es en lo que de alguna manera se hace presente la divinidad. Por lo tanto, en todo lo que participa la divinidad (manifestación), se hace sagrado.
Las personas que confiesan esa divinidad, conlleva un estilo de vida, por ello, las mediaciones ponen en contacto con la divinidad a partir de lo sagrado.
Puede que la explicación parezca difícil de entender, por ello, este esquema sirve de ayuda para comprenderlo.
Las mediaciones están integradas por los ritos, las oraciones y los libros. Los primeros no son más que medios repetitivos para ponernos en contacto con Dios, como la eucaristía. También hay que tener en cuenta los mediadores, que son personas que nos ponen en contacto con la divinidad, por ejemplo los sacerdotes.
El que en esta entrada se hayan usado ejemplos de la religión cristiana, no quiere decir que no sea aplicable a otras. Por ejemplo, los mediadores en otras religiones pueden ser chamanes, rabinos, ayatolás, etc. O en los libros como la Torá, el Corán, el Ramayana, etc.
Las religiones surgen desde el principio de los tiempos, teniendo este esquema en común. El que hayan comenzado ya hace muchos años, no quiere decir que aún hoy día no sigan surgiendo nuevas religiones.
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