martes, 12 de marzo de 2013

EL ROSTRO DE JESÚS (SIMBÓLICO)

              A lo largo de la historia, el arte ha ido evolucionando, teniendo en cuenta el lugar donde se desarrolla. Mientras el arte ha ido cambiando, la forma en que se pintaba a Jesús también.

              Nuestra intención en la entrada, es hacer una explicación de cómo era Jesús en cada etapa artística.

              El primero de todos fue el paleocristiano. Hay que tener en cuenta que en la época donde se desarrolla, el cristianismo no podía ser practicado, por lo que este arte se caracteriza por ser oculto pintado al fresco en casas, catacumbas, etc. Como características generales, se pinta a Jesús sin barba, pues era lo que estaba de moda en Roma. Solía estar acompañado de animales (ovejas), vegetación y vestido con ropas propias de Roma. Era muy similar a Hércules (dios de la mitología romana), por lo que si preguntaban tenían las espaldas cubiertas. La concepción que se tenía de Jesús en la época es la del buen pastor. Los pasajes evangélicos de donde se inspiran son Mc 6, 34, Lc 15, 5-6 y Mt 2, 6.

              En segundo lugar, surgió el arte románico y bizantino. Ahora el cristianismo pasa a ser una religión pública. Ya no solo se pinta en los muros, sino también se hacen mosaicos. Destaca sobretodo el Pantocrator, que es un Cristo en actitud sedente (no sufriente) con barba. Está acompañado de los evangelistas pintados como tetramorfos. A ambos lados tiene las letras "alfa" y "omega", dando a entender que abarca toda la creación. Aparece el símbolo de la cruz, cosa hasta ahora impensable, se interpretaba como muerte. La concepción que se tenía de Jesús en la época es la de rey del universo. Se inspiraban en la cita bíblica
Mt 25, 31.

               En tercer lugar surge en renacimiento. El momento en el que se desarrolla es cuando las élites sociales quieren resaltar su poder. Como características, se emplea mucho el color azul, símbolo de divinidad. El verde como la creación. La ropa roja, que representa la sangre de la pasión, además de ser ropa renacentista (anacrónicos). Y la higuera, que representa a Israel. De esta etapa hay que resaltar multitud de obras. La última cena de Leonardo Da Vinci representa al Jesús renacentista. Antonio Messina representa a Jesús muerto a punto de resucitar, transmitiendo dolor. Verrochio pinta el bautismo de Jesús, muy realista. Sobresale Van der Weiden. El Greco copia el Pantocrator. Miguel Ángel pinta la Capilla Sixtina, hecha en escayola y con multitud de colores (policromía), el estudio anatómico es muy complicado. Otra de obra de Miguel Ángel es la Piedad, donde resalta el dolor de una madre por el hijo. Lo que hace que todos estos autores se luzcan tanto es que les pagan. La concepción que se tiene del Jesús doliente en la época, es la del que sale al encuentro. Está basado mayoritariamente en citas del Génesis.

               En cuarto lugar apareció en barroco. Ya en el renacimiento se había pintado a Cristo en la cruz, pero va a ser ahora, cuando se resalte enormemente el sufrimiento de Jesús en la cruz (la pasión). Destacan obras como la Vocación de San Mateo por Caravaggio. Y el Cristo en la cruz de Salvador Dalí, sufriente, humano, solo, y como el mismo autor describió, bello como Dios. La concepción de Jesús en la época es la del doliente, puro en soledad.

              En quinto lugar lugar coincidiendo con el movimiento hippie, surgió el arte de los años 60. En él se pinta un Cristo con aspecto hippie. En una de las obras hay un Cristo bajo la frase : "se busca". Se observa que es pacífico. La concepción que se tiene de Jesús en la época es la de un activista.

               En sexto lugar, el arte latinoamericano. El momento en el que surge es bajo la opresión de los colonos. Se aprecia un Cristo que anima a la lucha contra los explotadores. Se suelen pintar mujeres crucificadas con aperos de labranza. La obra mas conocida es las del Cristo redentor, que aparece con las manos abiertas, símbolo de que acoge a los mas pobres. Otra obra es la del Cristo salvadoreño, donde aparecen Óscar Romero acompañado de jesuitas, caminando con las manos en alto. Por último, el Cristo liberador, con las manos en alto mirando al Padre. La concepción que se tiene de Jesús en la época es la de un liberador.

               En séptimo lugar, destaca Sieger Koder, que se caracteriza por no pintar a Jesús, sino por pintar lo que ve Jesús. Una de sus obras es la última cena, la crucifixión (lo ve todo negro) y el lavatorio de pies. La concepción es un Cristo que consulta.
           
               Finalmente, la generación X se caracteriza por pintar a un Cristo "guay y enrollado".

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