jueves, 25 de octubre de 2012

AXIOLOGÍA

    En nuestras vidas tenemos valores que nos hacen ser felices, pero lo que es cierto es que existen mas contravalores, que son aquellos que queremos tener y una vez los tenemos nos sentimos engañados porque no son lo que en un principio prometían. Pues no tenemos que hacer mas que encender la televisión y ver la publicidad que ponen, en la cual, unen el ser consumidor de algo con ello te hará ser feliz, por ejemplo: beber Coca-Cola.

    La vida tiene muchas etapas donde cambiamos nuestros valores conforme vayamos adquiriendo madurez. El que vivimos antes es el del periodo de bebes, donde o las cosas nos producen dolor o placer. Luego en nuestra infancia, reaccionamos por premios. Después, en la adolescencia nos dejamos llevar por lo que hacen los demás y si lo que hacemos o somos será aceptado. Por último llegamos a ser adultos, donde adquirimos madurez y donde piensas muy bien en tus valores básicos e importantes.

    Ya Maslow en su pirámide de valores los clasificó, siendo los de abajo básicos, como el de comer y los de mas arriba los importantes, como sentirse con autoestima. Nosotros tratamos de hacer un listado por orden de importancia de nuestros valores sin tener en cuenta la pirámide, para ser lo mas objetivos posibles, sin dejarnos influenciar. En esta difícil tarea de clasificarlos, nos salió algo así: la familia, la amistad, el reconocimiento por parte de los demás hacia nuestra persona, el alimento, la fe, una casa, sentirnos seguros.

    Con respecto a la película de Alfie, es un gran ejemplo para el tema que estamos dando. En ella, vemos un personaje adulto que a nuestro juicio, tiene una mentalidad de adolescente tardío (es decir, una persona adulta que tiene miedo a hacerse mayor, y con ello, el cambio que eso implica). En un principio, su vida se encontraba llena de contravalores: buena ropa, buen coche, etc. Él mismo comentaba que sus aficiones eran el vino y las mujeres, creyendo que su itinerante vida amorosa le llevaría a la felicidad. En la segunda parte de la película, el hombre se da cuenta de esos contravalores en los que creía, mostrándose complemente arrepentido. Se puede decir que la actitud que tuvo hasta ese momento se considera, a parte de ser un contravalor, una pérdida de tiempo. Pero nunca es tarde para rectificar.

Ricardo  y César


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.